domingo, 24 de marzo de 2024

ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL NOBEL OCTAVIO PAZ

                                              Raúl Espinoza Aguilera         

El próximo 31 de marzo se conmemora el 110 aniversario del natalicio del insigne poeta mexicano Octavio Paz (1914-1998). Fue en 1990 cuando recibió el Premio Nobel de Literatura.

La nominación al Nobel no vino de escritores mexicanos sino de intelectuales y críticos literarios de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia y España.

Había una razón de fondo, como muchos intelectuales que simpatizaban con la Revolución Rusa y la República Española de principios de los años treinta, Paz también era Comunista y daba su apoyo a José Stalin.

Al estallar la Guerra Civil Española (1936-1939), numerosos escritores y artistas viajaron a España para combatir del lado republicano, Octavio Paz hizo lo mismo.  Se unieron a celebridades como el estadounidense Ernest Hemingway autor de “Por quién doblan las campanas”, “El viejo y el mar”, “Adiós a las armas”; el inglés George Orwell, autor de “Rebelión en la Granja”, “Los días de Birmania” y “1984”.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, el primero de septiembre de 1939, la Alemania de Adolfo Hitler invadió Polonia, en su parte occidental, y José Stalin hizo lo mismo, en el territorio oriental de Polonia. Al final de esta contienda los dos dictadores aparecen muy sonrientes en las fotografías difundidas en los medios de comunicación y firmaron un acuerdo de pactar con los territorios invadidos.

Para los intelectuales de izquierda este hecho fue una conmoción ya que tenían a José Stalin como el adalid de las libertades, de la democracia y de las nobles causas populares.

Para Octavio Paz, esta actuación política de José Stalin le pareció profundamente incongruente y se convenció que no era sino un dictador más que ambiciona tener mayores territorios, fortuna y el sojuzgar a millones de ciudadanos.

A partir de ese momento se sintió defraudado y rompió con la ideología marxista-leninista. Y en respuesta, la extrema izquierda mexicana cortó todo lazo de amistad con Octavio Paz. Entonces, Paz entonces escribió un libro titulado: “El Ogro Filantrópico” en que denuncia con valentía las atrocidades del sistema comunista.

Ya en 1945 entró en el Servicio Exterior Mexicano y es enviado a París. Ahí entra en contacto con los surrealistas y su fundador André Breton. Escribe varios poemas con esa influencia y de otras corrientes artísticas, como: “El Dadaísmo”, “El Simbolismo”, “El Cubismo”, “El Experimentalismo”, “El Creacionismo”, “El Ultraísmo” y otros movimientos artísticos a los que se les ha dado el nombre genérico de “Los ísmos”.

Sus principales obras son: “Libertad bajo palabra”, “El Arco y la Lira” en el que expone su concepción de la estética y del arte del verso. “El Laberinto de la Soledad”, retrato de la sociedad mexicana, aunque muchas de sus afirmaciones las fue matizando con el tiempo. “¿Águila o Sol?”, libro en prosa escrito bajo la influencia surrealista.

Recibe la influencia algunos escritores de la llamada “Generación Perdida”, como: Ernest Hemingway, John Dos Passos y William Faulkner.

En mi opinión, su mejor poema es “Piedra de Sol” en el que toma algunos elementos del poema “La Tierra Baldía” de Thomas Stearns Eliot (Premio Nobel de Literatura, 1948), y otros aspectos más, como el verso libre y el modo como expone la decadencia de la sociedad occidental, sabiendo incluir magistralmente todos sus amplios conocimientos sobre la historia, el arte y antropología de la cultura mexicana. De esta manera se une a la poesía de vanguardia.

En sus obras “La Llama Doble” y “Vislumbres de la India” distingue el amor humano que es temporal, fugaz en comparación con el Amor Divino que es eterno e inmutable.

Poco antes de morir, publicó un significativo poema que tituló “Hermandad”. Con ocasión de una noche estrellada (al estilo de los grandes poetas griegos), el Poeta Paz intuye que todos, en la tierra, somos hermanos y debe de haber un Padre Común (“Sin entender comprendo:”) y da la impresión de haber llegado a ese encuentro personal con el Ser Supremo y su anhelo de Trascendencia. Y no sólo eso, sino que siente un íntimo llamado de su Creador, cuando escribe su último verso: “alguien me deletrea”:

“Soy hombre: duro poco

Y es enorme la noche.

Pero hacia arriba:

las estrellas me escriben.

Sin entender comprendo:

también soy escritura

y en ese mismo instante

alguien me deletrea”.

 

 

LA SOBERBIA ES LA REINA DE LOS VICIOS

 Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

Decía San Agustín que la soberbia no es grandeza sino hinchazón; y

lo que está hinchado parece grande pero no está sano. Los antiguos

griegos definían la soberbia con una palabra que significaba "esplendor

excesivo", pues es una auto-exaltación, engreimiento. En la ocasión

pasada se trató sobre la vanagloria, la cual es como una enfermedad

infantil en comparación con los estragos que puede causar la soberbia,

comenta el Papa Francisco. Señala que el soberbio es aquel que cree ser

mucho más de lo que es en realidad; aquel que se estremece por ser

reconocido como superior a los demás, que siempre quiere ver

reconocidos sus propios méritos y desprecia a los demás

considerándolos inferiores.

Tan antigua es la soberbia que el pecado de nuestros primeros

padres, relatado en el Génesis, estuvo impregnado de soberbia.

Recordemos que el tentador les dijo: «…Dios sabe muy bien que el día

en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes

serán como dioses» (Gen 3,5). La tentación era la absurda pretensión

de ser como Dios. No obstante, hoy en día el hombre sigue

pretendiéndolo, queriendo corregirle, sobre todo sus normas morales.

2) Para pensar

Le gustaba al santo Cura de Ars referir una historia sobre el demonio.

Sucede que un día se le apareció el diablo a un ermitaño llamado san

Macario y le dijo: “Tú no eres santo, pues todo lo que tú haces, yo lo

hago también. Tú ayunas, y yo no como nunca; tú velas en las noches,

y yo jamás duermo…” Sin embargo, el santo le dijo: “Te equivocas. Yo

hago una cosa que tú nunca haces, ni vas a hacer”. El demonio intrigado

le preguntó: “¿Y qué es?” Le contestó san Macario: “¡Humillarme!” El

diablo lo dejó en paz sabiendo que, efectivamente, su soberbia le

impedía humillarse. Por ello afirma santa Teresa de Jesús: “El demonio

puede hacer poco daño, o ninguno, si el alma es humilde” (Moradas 6,

3, 16).

3) Para vivir

“Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha

de ayudarle a levantarse”, decía el escritor Gabriel García Márquez. Y es

verdad, incluso físicamente suele notarse la soberbia, pues mira desde

arriba, con altivez; con facilidad juzga despreciativamente: por una

nadería, emite juicios irrevocables sobre los demás, que le parecen

ineptos. Se olvida que Jesús nos pide no juzgar nunca, recuerda el Papa

Francisco.

Además, una persona orgullosa no acepta una pequeña crítica

constructiva, o un comentario inofensivo, pues reacciona de forma

exagerada, como si ofendieran su majestad: monta en cólera, se enoja.

Así arruina las relaciones humanas, haciéndose imposible hablar con

ella, y mucho menos corregirla. Este vicio destruye la fraternidad,

porque no trata a los demás como iguales, sino como inferiores y emite

juicios en contra de ellos. Por ello, la soberbia es la reina de todos los

vicios.

El Evangelio nos da lecciones. Pedro alardeaba de su fidelidad, pero

pronto niega de Jesús y experimenta que es como los demás. Ya

arrepentido y humilde, el Señor sigue confiando en él y le confía el peso

de la Iglesia. El verdadero remedio para toda soberbia es la humildad.

Pidamos la gracia de desterrarla sabiendo que Dios sigue confiando

también en nosotros. (articulosdog@gmail.com)

sábado, 23 de marzo de 2024

"ERES TAN VANIDOSO"

Pbro. José Martínez Colín

 

1)  Para saber

Cassius Clay, quien adquirió el nombre de Muhammed Alí, fue uno de los más grandes boxeadores que ha habido. Figura controvertida, fue promotor de la paz. Sin embargo, solía vanagloriarse: “Soy el mejor”, solía decir. Aunque no le gustaban los aviones, un día abordó uno y, a punto de despegar, una de las azafatas notó que Muhammed no se había abrochado el cinturón de seguridad. Amablemente le recordó que tenía que hacerlo. “Supermán no necesita cinturones de seguridad”, contestó con altanería Alí. La azafata sin alterarse le contestó: “Supermán tampoco necesita aviones para viajar, señor”. Muhammed se abrochó el cinturón. Cuando olvidamos que tenemos limitaciones, la vida se encarga pronto de recordárnoslo.

La vanagloria va unida a la envidia, y ambas son hijas del demonio de la soberbia, que es madre de todos los vicios. El vanidoso aspira a ser el centro del mundo y objeto de toda alabanza, elogio y amor, afirmó el Papa Francisco en su reflexión semanal. La vanagloria se aparta de la verdad, pues es una autoestima inflada. La persona vanidosa, es engreída y egocéntrica, cree que su persona, sus logros, sus éxitos, deben ser mostrados a todo el mundo: es un perpetuo mendigo de atención. Y si a veces no se reconocen sus cualidades, se enfada ferozmente. Los demás son los injustos, no comprenden, no están a su altura.

2)  Para pensar

Por los años setenta se hizo muy popular una canción titulada “Eres tan vanidoso” (You’re so vain), compuesta y cantada por Carly Simon, dedicada a uno o varios de sus exnovios. En ella relata de un tipo que entra a las fiestas caminando como en un yate, creyéndose mirado por todos, mientras él le echa un ojo al espejo “pavoneándose”. Es tan vanidoso, dice, que cree que la misma canción es toda para él.

Sucede que el vanaglorioso tiene problemas en sus relaciones sociales, pues posee un "yo" dominante, carece de empatía y no le importan los demás. Sus relaciones son instrumentales para conseguir lo que ambiciona y están marcadas por la prepotencia hacia el otro.

3)  Para vivir

Hoy en día, como nunca antes, debido a las redes sociales, la vanidad se ha visto acrecentar: se busca presumir y lucir lo que no somos. San Juan Crisóstomo decía: “La vanidad es la prueba más evidente de la pobreza interior”.

Para superar la vanagloria, dice el Papa Francisco, tenemos el testimonio de San Pablo, quien tenía un defecto y le pidió al Señor que le librara de aquel tormento, pero Jesús le respondió: «Te basta mi gracia; mi fuerza se realiza en la debilidad». A partir de entonces, a Pablo ya no le importaron sus debilidades, pues la fuerza la hallaba en Cristo. De igual manera, podemos aprovechar nuestras debilidades para ser humildes y apoyarnos más en Dios.

La Sagrada Escritura nos recuerda en el Eclesiastés que en este mundo todo es vanidad dada la fugacidad de la vida; se reflexiona sobre la falta de sentido de todo si falta el amor a Dios.

El Papa Francisco recomienda para esta Cuaresma meditar las “Letanías de la humildad” del cardenal Merry del Val, donde se pide al Señor nos libre del deseo de ser alabados, aplaudidos, apreciados, preferidos, etc., así como del temor de ser olvidados, despreciados, etc. (articulosdog@gmail.com)


domingo, 17 de marzo de 2024

FRANCIA Y EL DERECHO A LA VIDA HUMANA

                                                                              Raúl Espinoza Aguilera

 

El Presidente Francés Emmanuel Macron y los parlamentarios del país galo han aprobado desde el pasado lunes 4 de marzo de 2024 que “El Derecho que el Aborto sea incluido en su Constitución”. Francia se ha convertido en el primer país del mundo que incluye ese “supuesto derecho”.

¿Qué ha dicho el Papa Francisco? El Santo Padre en unión con la Conferencia Episcopal Francesa declararon que “No puede existir el ‘derecho’ a quitar la vida humana”. Y solicitaron que las leyes miren, “ante todo, a la protección de los más débiles y vulnerables’.

Declararon además que: “Es un error considerar esa determinación del país francés como un mero ‘derecho que las mujeres tienen’. Todo ciudadano -del país que sea- enfatizaron debe de tener muy claro que se debe de proteger la vida humana.”

El 15 de septiembre de 2021, el Romano Pontífice de modo contundente afirmó: “El aborto es un homicidio y quien lo practica ‘mata’ “. Y el aborto terapéutico “es como contratar a un sicario” para que mate a un inocente bebé.

Por asociación de ideas, recuerdo aquella magistral Encíclica de San Juan Pablo II, titulada: “El Evangelio de la Vida”, publicada el 25 de marzo de 1995. En ella expone con claridad el valor y el carácter inviolable de la vida humana.

La vida es sagrada-escribe. Sólo Dios da la vida y nadie puede atribuirse el derecho a matar de modo directo a un ser humano. Porque Dios se ha proclamado Señor absoluto de la vida del hombre, creado a su Imagen y Semejanza.

San Juan Pablo II, fiel al Magisterio de la Iglesia, siempre se opuso al aborto, a los anticonceptivos, a los métodos de reproducción asistida, a la experimentación con embriones y a la eutanasia.

Hace años, cuando publiqué un artículo en defensa de la Vida Humana, a través de un prestigioso portal, para mi sorpresa recibí una carta electrónica de un agricultor de Chile, quien por su redacción observé que tenía muy poca formación escolar, pero la idea medular la expuso con claridad: “Pretenden destruir lo más Sagrado: esas criaturitas inocentes e indefensas que provienen del seno de sus madres. ¡No comprendo esa conducta tan malvada!

El Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, poeta del folk-rock, en su poema-canción “Señores de la Guerra”, externa:

“Ustedes han sembrado el peor de los miedos

que jamás se haya lanzado;

el miedo de traer niños al mundo.

Han amenazado a mi bebé,

cuando todavía no ha nacido

y ni siquiera tiene un nombre.

Y es porque ustedes no valoran

la sangre que corre por sus venas”.

El célebre Doctor francés, el Dr. Jéröme Lejeune (1926-1994), fue un médico pediatra, genetista, escritor realizó importantes descubrimientos como “La Trisomía 21” que causa “El Síndrome de Down” y otras más interesantes aportaciones a la Ciencia Médica, en su especialidad de Genética.

Pienso que este Doctor hubiera sido merecedor del Premio Nobel de Medicina, pero en 1960 el gobierno de Francia pretendía legalizar el aborto, y el Dr. Lejeune se opuso abiertamente, presentando argumentos sólidos en defensa de la vida humana. El Estado Francés tuvo que echar marcha atrás, ante el prestigio internacional que tenía el Dr. Lejeune. A él se le atribuye la conocida frase: “Abortar es matar, aunque el cadáver sea muy pequeño”.

El inolvidable Papa Teólogo, Benedicto XVI, aporta un enfoque original sobre el aborto. Advierte que: “el aborto arruina la vida de las familias porque asesina al niño, destruye a la madre y enceguece la conciencia del padre del bebé, sin resolver los verdaderos problemas de la pareja”.

“Es un eclipse del sentido de la vida -continúa- en el cual se ha atenuado la común percepción de la gravedad moral del aborto y otras formas de atentados contra la vida humana. Y pidió a los médicos una especial fortaleza para afirmar que el aborto no resuelve nada”.

 

 

 

 

lunes, 11 de marzo de 2024

EL SÍNDROME DE PROCUSTO

Pbro. José Martínez Colín

 

1)  Para saber

La envidia es como beber veneno y esperar que la otra persona muera. Una frase acertada, pronunciada por Carrie Fisher, actriz famosa por interpretar a la princesa Leia en la Guerra de las Galaxias. Ahora el Papa Francisco reflexionó sobre el vicio de la envidia, tan antiguo como la misma humanidad. En la Sagrada Escritura se nos relata que fue tal la envidia que tuvo Caín hacia su hermano Abel, al ver que sus sacrificios eran agradables a Dios, que lo llevó a odiarlo y matarlo. Caín no soportó la felicidad de su hermano.

El rostro del envidioso es siempre triste, dice el Papa, y mantiene baja la mirada, parece examinar el suelo, pero en realidad no ve nada, porque su mente está envuelta en pensamientos llenos de maldad.

2)  Para pensar

Cuando se habla del Síndrome de Procusto, se refiere a la incapacidad en reconocer en los demás como válidas sus ideas o el miedo a ser superado profesional o personalmente por otros, lo cual muchas veces son producto de la envidia. Pero, ¿quién fue Procusto?

En la mitología griega, Procusto era un posadero en las colinas de Ática. Cuando llegaba a la posada un viajero, lo invitaba a tumbarse en un lecho de hierro. Y mientras el viajero dormía, lo amordazaba y lo ataba a la cama. Si la víctima era alta y su cuerpo era más largo que la cama, procedía a serrar las partes del cuerpo que sobresalían los pies o la cabeza. Si, por el contrario, era de menor longitud que la cama, lo descoyuntaba hasta estirarlo.

Su reinado de terror terminó cuando llegó el héroe Teseo, quien retó a Procusto a comprobar si su propio cuerpo encajaba con el tamaño de la cama. Cuando el posadero se tumbó, Teseo lo ató a la cama y, allí, lo “ajustó” como él con los viajeros. Por ello, el síndrome de Procusto lo padecen aquellos que cortan la cabeza o los pies de quien sobresale. Les afecta emocionalmente cuando otra persona tiene razón, sobresale, y ellos no.

3)  Para vivir

Cervantes llamó a la envidia “carcoma de todas las virtudes y raíz de infinitos males. Todos los vicios —añadía— tienen un no sé qué deleite consigo, pero el de la envidia no trae sino disgustos, rencores y rabia”.

Sin embargo, no hay que confundir la envidia con la admiración que sentimos hacia algunas personas, o el desear los bienes ajenos o cualidades de otro. La envidia impide ser feliz, entristece por el bien ajeno, no deja disfrutar, hace sufrir por la felicidad ajena y piensa que la gloria que se tributa a los demás se la están robando a él. Intenta compensarlo despreciando sus cualidades, desprestigia a quienes triunfan y sobresalen. La envidia lleva a pensar mal de los demás sin fundamento, y a criticar sus cosas positivas. Por eso el envidioso llama ladrón a cualquiera que triunfe en los negocios; o llama interesado y adulador a aquél que tiene un trato correcto.

En la base de la envidia hay una relación de odio y amor: uno quiere el mal del otro, pero en secreto desea ser como él. Se supera al esforzarse por captar lo que de positivo hay en quienes nos rodean, admirando y alegrándose por el bien de las personas que nos rodean. Por eso San Pablo exhorta: «Ámense unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo» (Rm 12,10). (articulosdog@gmail.com)


CAMBIOS RADICALES QUE TRANSFORMARON VIDAS HUMANAS

                                                    Raúl Espinoza Aguilera

Hace años publiqué un pequeño libro, titulado: “Dios Preguntó por Ellos” (Editorial Minos III MILENIO, México, 2015), en el que relato el momento -en medio de sus quehaceres cotidianos- cómo una persona siente ese íntimo llamado de Dios. En algunos casos, son llamados en voz baja, allá en el fondo de la conciencia. Pero, en otros, tienen la fuerza de un alud arrollador.

¿Elige el Señor a gente piadosa, adornada de buenas virtudes, valores o cualidades? No siempre es así. Hay personas que buscaban al Señor hasta encontrarlo. Otros, por ejemplo, André Frossard, un intelectual declaradamente ateo, cuyo padre fue el fundador del Partido Comunista Francés, negaba cualquier manifestación espiritual. Pero sucedió que cierto día un amigo tenía que recoger unos libros en un convento de religiosas contemplativas.

Como este amigo se dilataba mucho dentro del convento, decidió ir personalmente a buscarlo. Y en la primera Capilla que encontró se escuchaba un coro de religiosas. De pronto, André Frossard escuchó una Voz Potente que le decía: “Existe la Vida Interior” y a partir de ese momento se inició el proceso íntimo de su conversón a la fe cristiana.

El prestigioso comunicador, Malcom Muggeridge, que al parecer Dios no entraba en sus intereses, hasta que se le ocurrió realizar un serial de reportajes para la BBC de Londres, sobre la Madre Teresa y las Misioneras de la Caridad en la India y su vida tuvo un cambio notable.

Al principio se resistía a creer en el Señor, pero -poco a poco- al comprobar que la Madre Teresa y sus Misioneras no buscaban ninguna recompensa humana, sino que su entrega por los más pobres, enfermos y necesitados, lo hacían únicamente por amor de Dios, Malcom terminó -con la humildad y sencillez de un niño- por solicitarle a la Madre Teresa que le ayudara y explicara cómo ingresar en la religión Católica.

El Premio Nobel de Medicina, Alexis Carrel estaba empeñado en demostrar científicamente que las Apariciones de Nuestra Señora de Lourdes no eran más que un caso de fanatismo colectivo. Por coincidencia, en el compartimento del tren París-Lourdes viajaba una enferma muy grave y su madre -al saber que era un médico prestigioso- le facilitó los estudios médicos que tenía. El Dr. Carrel llegó a pensar: “Ésta no llega viva a Lourdes”.

Al arribar al Santuario Mariano, Alexis Carrel siguió de cerca a la enferma y ésta, al adentrarse en la pequeña gruta, recuperó de inmediato la salud. El Premio Nobel cayó de rodillas porque tuvo una especie de “terremoto interno” y se convirtió a la fe cristiana.

Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura 2016, quién ha sido un conocido cantautor de las canciones de protesta con planteamientos sociológicos y filosóficos sobre nuestro tiempo. Los intelectuales y estudiosos de la música contemporánea lo consideran un hito dentro de la música popular de los siglos XX y XXI.

Durante varios lustros se dedicó a la vida bohemia, a consumir alcohol y drogas. Dylan relata que estando solo durmiendo, en un hotel, hacia la medianoche, sintió como un trallazo o potente disparo de amor de Dios. A partir de ese momento, su vida cambió radicalmente y mucha de su nueva producción musical la explaya en su álbum “Disparo de Amor” (“Shot of Love”) y en otros más, incluyendo melodías, como: “Cuando Él (Jesús) regrese”; “Ayudar a alguien”; “Tocando en las Puertas del Paraíso”, etc.

En el portal www.opusdei.org.es-mx hay un documental -que recomiendo vivamente- titulado “Regreso a Ítaca”, que narra la historia de 6 personas en torno a los 50 años, que volvieron a la fe. Es impresionante la situación en que algunos se encontraban. Recuerdo un caso: “Yo llegué odiar tanto a Dios que me dediqué a atacarlo por internet”. Otra persona afirma: “Desde que entré a estudiar Psicología, ya desde el primer semestre, fueron tan virulentos los ataques contra la fe, que dejé de creer. (…) Ya como Psicóloga perdí la noción de pecado. Me daba igual 8 que 80 pecados mortales. Vivía en un estado de laxitud y total indiferencia hacia Dios.” Por fortuna esos 6 casos tienen un feliz retorno a la fe, como el personaje Ulises       -en la obra “La Odisea” del literato griego Homero- después de muchos peligros y contratiempos logra llegar a su Patria (Ítaca), a su origen, a la tierra añorada donde se encuentra su familia.

Estamos en Tiempo de Cuaresma: una época de reflexión para examinarnos cómo es nuestro trato con el Señor, si es frío y distante, o bien, hay un esfuerzo por tratarlo más.

Es un Tiempo de Renovación y podemos aprovechar estas semanas para volver a los inicios de nuestra fe, con mayor ánimo y propósitos concretos de mejorar en la vida cristiana. Una temporada especial del año para que la dediquemos a rezar y a mortificarnos más por amor a Jesucristo, Quién ha dado su Vida por nosotros.

 

viernes, 8 de marzo de 2024

ECOS DE “LA GUERRA FRÍA”

                                                                                   Raúl Espinoza Aguilera

 

Poco antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial (8 de mayo en Alemania y 14 de agosto de 1945 en Japón), Sir Winston Churchill, Primer Ministro de la Gran Bretaña, había vaticinado que en la U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) caería “Un Telón de Acero” de cara a los países occidentales.

Es decir, conociendo muy bien al “viejo zorro”, José Stalin, como dictador que era y nada democrático, era claro para un político visionario y experimentado como W. Churchill que se iniciaría otra guerra a base de tensiones internacionales.

La Unión Soviética se había apropiado de los países de Europa del Este, de la mitad de Alemania y de Berlín y de algunos países de Centroeuropa, porque el contrapeso era Franklin D. Roosevelt, Presidente de Estados Unidos, se encontraba bastante enfermo y debilitado, y todo lo que Stalin proponía era bastante intrincado y retorcido e inesperadamente este Presidente falleció un 12 de abril de 1945, ante la sorpresa e impotencia de W. Churchill, porque Inglaterra había dejado de ser un Estado hegemónico, y la U.R.S. S y Estados Unidos no habían podido llegar a un acuerdo claro y justo. Éste fue un factor clave que provocó que las fuerzas soviéticas, desde el Este, avanzaran a toda velocidad y se atrevieran a invadir territorios no acordados.

Además, a finales de la década de los años cuarenta, Rusia obtuvo la fórmula de la bomba atómica, y Estados Unidos en 1945 hizo estallar un par de estas bombas en Hiroshima y Nagasaki, Japón. Ante estas dos Potencias Nucleares se creaba un clima de miedo y alarma en el mundo entero.

A la vez que se inicia, entre las dos Potencias, una carrera armamentista y por la conquista del espacio. Recuerdo el Sputnik I. Fue el primer satélite lanzado por la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957. Dicho artefacto emitía un sonido especial e iba iluminado. Se corrieron diversas teorías -sin fundamento alguno-, como que el Sputnik soltaría una bomba atómica en Estados Unidos o en algún país vecino, como México.

Dentro de esa carrera por obtener logros espaciales, Yuri Gagarin fue un cosmonauta y piloto soviético. Fue el primer hombre en viajar a la estratósfera y le dio una vuelta a la Tierra en abril de 1961. Mientras que el astronauta de Estados Unidos, John Glenn, lo logró en 1962.

Un detalle que habla por sí mismo fue que en muchas casas de personas adineradas de la Unión Americana y estados fronterizos de México tenían un refugio antinuclear donde se guardaban muchas latas con alimentos, ropa especial antigases, tanques de oxígeno, agua, etc.

Entre la U.R.S.S. y los Estados Unidos se firmaron varios acuerdos de paz y de desarme nuclear, pero lo cierto es que nadie tomaba en serio dichos pactos. Y “a las primeras de cambio”, de ambas partes, se rompían esos acuerdos. El mundo vivía dentro de una especial tensión, que se le denominó “La Guerra Fría”.

A la muerte de José Stalin, le sucedió Nikita Kruschev. Su primera acción fue la “desestalinización” parcial de la Unión Soviética. Se comenzaron a respirar ciertos aires liberales a lo largo del país. Recuerdo que al escritor ruso, Aleksandr Solzhenitsyn se le permitió publicar una de sus grandes obras: “Un Día en la Vida de Iván Denísovich”, que causó un verdadero escándalo en los sectores más radicales del Comunismo porque describe con precisión cómo eran los campos de concentración llamados “Gulags”. Sus críticas a José Stalin le habían valido once años de condena en Siberia, sometido a trabajos forzados.

En octubre de 1962, llegó a su clímax esta “Guerra Fría”, porque Estados Unidos descubrió que la U.R.S.S. había colocado bases de misiles nucleares en Cuba. Y todavía otro dato más: venían unos barcos soviéticos con dirección a esta isla caribeña con la intención de colocar más misiles nucleares.

Fue un momento particularmente difícil para el gobierno del Presidente John F. Kennedy. En pocas horas, ordenó a Nikita Kruschev que se regresaran esos barcos y que retiraran de la isla todo material nuclear. Nikita le respondió que no estaba dispuesto a ello. Pasaron unas horas, quizá las de mayor presión, hasta que la Unión Soviética reaccionó favorablemente y pidió, a cambio, que los E.E. U.U. no le declararan la guerra a Cuba ni la invadieran por tierra.

Sus compañeros de Partido consideraron a Nikita Kruschev “persona peligrosa y heterodoxa” del marxismo-leninismo. Fue retirado del cargo y en 1964 accedieron al Poder Leonid Brézhnev, como Primer Secretario y Alekséi Kosygin, como Presidente del Consejo de Ministros. El sucesor en el Poder del Kremlin fue Mijaíl Gorbachov en 1988. De inmediato propuso reformas con su “Glasnot” (apertura y transparencia) y “Perestroika” (reconstrucción de la Economía). Se respiraban nuevos aires de libertad.

En diciembre de 1989, en un barco ruso, se firmaron trascendentales acuerdos para finalizar la “Guerra Fría” por deseo expreso del Presidente Ruso, Mijaíl Gorbachov y de George Bush, Presidente de los Estados Unidos. El Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, escribió un poema alusivo a una guerra atómica entre dos Potencias Nucleares, titulado: “Una dura lluvia caerá” presentando una serie de impactantes metáforas sobre la mortandad y destrucción que este suceso causaría en el mundo entero.